lunes, 10 de abril de 2017

Crónica

29 de Marzo de 2017

Amor a la mexicana 

Un hombre recibió una denuncia de su vecina, por destrozar el balcón al tratar de demostrarle sus sentimientos.

El amor nos hace cometer locuras . Es la única explicación para el raro hecho  que cometió este señor en nombre del amor, que terminó con una denuncia en su contra realizada por la vecina.

Sucedió ayer en el barrio de Palermo. Era una noche tranquila hasta que música, guitarras y ruidos despertaron a todos los vecinos de la cuadra. “Me desperté por los gritos, pensé que estaban matando a un perro.”, contó un vecino. 
¿Qué fue lo que pasó? Franco Niveo, un hombre de 30 años, veterinario, intentó conquistar (otra vez, porque según cuentan en el barrio trató sin éxito en el pasado) a su vecina, Romina Gelatto. Esta vez se jugó todas las cartas por su amor: ¡le pagó a un grupo de mariachis para cantarle una sonata en mitad de la noche!

Para muchos, y sobre todo para los dormilones, eso era suficiente para llamar a la policía. Pero el hecho se fue complicando cada vez más. Desesperado, Niveo no se iba a rendir tan fácilmente. Cercano a las tres de la madrugada, Romina seguía sin dar señales de querer salir. Entonces, Franco hizo subir a todos los mariachis
Así quedaba el balcón luego de la serenata. 
al balcón, para que su amada Romina escuchara más fuerte su canción de amor. Pero el que se asomó por la ventana ¡fue el novio de Romina! Se armó un buen lío y, como es de esperar, en un balcón tan chico algunos sobraban. Los mariachis empezaron a bajar tan rápido como el correcaminos, pero no hubo suficiente tiempo: el viejo balcón se empezó a romper por el peso de tantas personas. Para cuando se dieron cuenta, los mariachis, Franco, el canario y la tortuga de Romina, cayeron al piso. 

“Este pibe no aprende más. ¡Miren el desastre que hizo! Esto lo va a tener que pagar todo.”, gritaba una amiga de Romina que vive en la misma cuadra. “Y encima, nos despertó a todos para nada, porque ella no va a dejar al bombón de su novio por este tonto”, agregó de manera confidencial. 

Por suerte, no hubo que lamentar mayores complicaciones, nadie salió lastimado, aunque hubo muchas toneladas de vergüenza. Ahora, Franco sufrió una doble derrota: la denuncia presentada por Romina tanto por los destrozos del balcón como por los daños sentimentales con su canario Lulú y su tortuga Mumi; y, además, su corazón roto después de tremendo desplante. Aunque fuentes muy cercanas a él, nos informaron que seguirá insistiendo por este amor que le hace cometer semejantes delirios. 

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